25 agosto, 2007

¿Por 5 pesos mas Pepsi tamaño Jumbo?



No vayas a tirar el agua. Pon el vaso al centro de la mesa. Ten cuidado, con la jamaica... a final de cuentas la mancha roja sobre sus pantalones y playera estuvieron presentes toda la tarde, la fascinante cara de "chale, la cague" y la expresión de papá haciendo respiraciones para no atacar sobre la falta de atención a la siempre inminente advertencia. En fin, tiene 5 años y no importa andar por la vida manchada de rojo, mojada y pegajosa.

Elipsis... Escena 2...

En el auto, revista en mano y mega Pepsi sobre el asiento, esta vez no hubo advertencia previa. Reversa. Freno. Medio litro de Pepsi en la alfombra del coche... Conductora mirando por el retrovisor y silencio.
Pausa.
Esta vez la "responsable" tiene 13 años y toda una imagen que cuidar, así como la inculcada responsabilidad de sus acciones, además de todas esas cosas femeninas que - dicho sea de paso- nunca podre a entender. Ceño fruncido y mejillas rojas.

El silencio se rompe y la Irresponsable enjareta la culpa a la conductora, !para que frenas, fue tu culpa, no me digas nada, cállate¡, Silencio y mas miradas por el retrovisor... lágrimas, más reclamos, tensión y mucha frustración.

En fin, malditos ataques hormonales, que digo ataques, explosiones, mi cara de circunstancia es evidente, pero lo mágico es que siempre queda la complicidad, un abrazo para apaciguar ese remolino, una broma para tranquilizar el río y un beso para volverlo a su cauce.

Paciencia, sólo es una alfombra pegajosa (muy pegajosa), una expresión de duda ante una reacción que no existía y la certeza que no será la última.

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