03 agosto, 2012

Capítulo XXVII

“La Maruca y el chueco se deslizaban como 2 hábiles espías entre las desiertas y oscuras calles de la ciudad….” ¿Oscuras guey? Bájale inche chueco, son las 10 de la mañana. Oh pues, es pa`darle emoción a la misión, ¿no ves el panorama? Primero nos agenciamos los celulares, después nos escabullimos fuera del laboratorio, ahora intentamos llegar con don Chelelo con estos uniformes tan blancos que parece que traen pilas y todo sin ser vistos…esta de poca madre ¿no?. Cállate pendejo y apúrale no nos vayan a ver antes de llegar a ponernos otra cosa. Ya te dije que pa’que Maruca, así de limpios no nos van a reconocer. Esta mas fácil. Maruca, no mames, mejor vamos por atrás, ni modo que lleguemos al solar por en medio de todos, seguro hay tiras en todos lados. ¿y no crees que por el otro lado también? Por lo menos aquí tenemos mejor vista chuequin, ándale apúrale.

Las figuras blancas resaltaban necesariamente de entre los demás peatones, al pasar caminando con las rodillas semi-flexionadas y buscando a cada paso un lugar de donde recargarse con ambas manos, los ojos giraban sin control, buscando y las cejas simulaban (sin éxito) la mayor indiferencia posible. De entre los chavos que jugaban futbol con una pelota desinflada pudieron reconocer a varios de los asiduos, Maruca incluso comento que ahí había varios clientes y le asalto un fugaz sentimiento de alivio al pensar que había estado varios días viviendo y comiendo (cosa rara), sin tener que soportar los olores fétidos y secreciones pegajosas obligatorias a cambio de unos cuantos pesos.

Mientras se “deslizaban” cuidadosamente por las paredes que dejaban el respectivo rastro de polvo en la espalda de los overoles blancos, una no tan distante mirada con catalejos los seguía sin perder detalle mientras daba instrucciones por un radio de largo alcance, solo disponible para el ejercito, la marina o, como ya es costumbre en este país, un grupo mercenario.

Las figuras blancas doblaron la esquina, en ese momento 4 personajes con uniformes color kaki se precipitaron al borde de la pared, en perfecto orden y siempre siguiendo al líder. Después de un instante y tras una orden por el radio los 4 personajes corrieron ruidosamente con tolete en mano tras las figuras blancas dándoles apenas unos segundos de ventaja. Apúrale Maruca, ¡ya nos cacharon! Ahí voy chueco, tu síguele, no te preocupes vengo tras de ti… El chueco logro girar un momento la cabeza solamente para ver como Maruca se lanzaba al piso haciendo tropezar a dos de los comandos justo antes de que el líder se lanzara sobre ella. Los dos más adelantados cayeron aparatosamente obligando a los otros 2 a forzar un salto que hizo que se retrasaran un par de valiosos segundos.

El chueco no reparo en Maruca, siguió corriendo sin voltear hasta llegar a una vieja barda agujereada que delimitaba un terreno expropiado por el gobierno hace cientos de años. La hierba detrás de la barda de concreto podía verse por encima del límite de la pared, además de dejar ver montones de basura y cascajo que los ciudadanos tuvieron a bien acumular durante tal vez, 200 años. Después de escabullirse por el hueco siguió corriendo en zigzag para no dejar su camino marcado por el terreno y sin reparar en el teléfono que caía entre la hierba; ya había estado ahí antes para esconderse de los tiras y para darle al chemo, lo malo es que no recordaba que hubiera otra salida.

¿Qué habrá sido de Maruca? Ojala y no le hagan nada; pensaba mientras comenzaba a sentir un vacío creciente en el pecho, el aire le faltaba y las piernas comenzaban a quemar. Siguió corriendo. Tal vez así tenia que ser. Don Chelelo. Maruca. Nazo. Primero: salir de ahí sin ser visto; Segundo: buscar a Don Chelelo; Tercero: Dios dirá.

….

…. Chale mi doc, estas muy clavado con tus traumas paternales, que no ves que todo el teatro que han armado en la tele es para meterle presión al Dr. Bastarderra (con perdón de tu apellido) y están esperando un pequeñito errorsito o información para mover todo eso a nuestro lado…

¡Señorita! El licenciado al teléfono ahora y quiero una camioneta de la flotilla blindada, con 2 autos escolta especiales y un maldito helicóptero con misiles aire tierra para mañana a las 12 pm en la puerta trasera del edificio verde. Si Dr. Ya esta el Licenciado en la lin… ¡Quiero a Nazario fuera de mis clínicas mañana a las 12, mi asistente tendrá preparado todo para sacarlo, asegúrese de coordinar todo el traslado y la seguridad del trayecto con el Secretario… No quiero retrasos ni excusas, ¿quedo claro?, ¿Quedo Claro?.

….

…¿cómo que no sabes nada chinicuil? No de verdad, no se donde están. No te hagas el tonto y dinos, que no entiendes que están en peligro, Bastera no se tentó el corazón contigo, ni con Tawilan, ¿tu crees que le importan Maruca y el Chueco?. Lo se Doc Santos, pero de verdad no se donde están. Ya basta Chinicuil, dejémonos de pendejadas, sabemos que tu eres cómplice de la huida, piensa que su única esperanza en este momento somos nosotros y si no sabemos en este momento donde están lo más probable es no los vuelvas a ver, es mas, tal vez para estas horas ya estén muertos.

….

¿Que paso mi chueco? ¿qué haciendo por aca? y ¿por qué tan limpiecito?. Don Chele, se llevaron a Maruca, ¿no pasaron por aquí? Eran unos tipos vestidos de soldados y cargaban a un pedazo sanguinolento con ropa que alguna vez fue blanca. ¿Y quienes eran esos soldados?, ¿sabes de donde son y que querían?. No Donche, no se nada, solo se que salimos de nuestras mejores vacaciones para buscarlo a ver si sabía algo de Nazo. No Chueco, no ví nada, ni se nada de Nazo, hace unas semanas vinieron unos trajeados a preguntar pero como no se nada pos no dije nada, lo único es que siguen vigilando toda la colonia, sobre todo el solar, yo creo que esperando que apareciera alguno de ustedes. Chale Donche, y ora que hago, la esperanza es que uste supiera algo, y ya hasta perdí a la Maruca. Ahora que recuerdo chueco, los tiras que vinieron me dejaron una tarjeta, la tengo allá en la trastienda, sírvete un refresco y comete algo, yo te lo invito mientras voy a buscarla, no sea que regresen los 4 soldados que te venían persiguiendo; no tardo.

Inche viejo trinquetero, nunca le dije que eran 4, ni pedo, le tendré que chingar también unos gansitos pa’que se le quite lo cabrón.

….

¿Dónde es chinicuil? Mas adelante en medio de la calle, allá donde está el letrero de la pecsi del “cuauh”. ¿y estas seguro que venían a buscar a ese tal Don Chelelo?. Si ese era el plan, que don Chelelo nos dijera algo de Nazo.

¡Sigue de frente!, ¡sigue de frente!...¿que paso phillipe?, ya nos pasamos de la tienda. Allá del otro lado de la calle, hay 2 agentes vigilándola doctor, seguramente álguien les aviso que venían, que veníamos o están esperando algo o a álguien. Pero como pudieron saber, ni maruca ni el chueco ni yo le dijimos a nadie lo de la huida y apenas lo planeamos ayer, no podemos hablar con nadie y se supone que nadie sabe donde estábamos. Tal vez están vigilando solamente, de cualquier forma Don Chelelo es conocido de Nazo ¿no?. Si Marlene pero tal vez por alguna razón están al tanto y por eso debemos tener cuidado, dobla a la derecha y estaciónate lo más cerca de la esquina.

Miren, es Don Chelelo, con los soldaditos, méndigo viejo cabrón,  ojala y no lleguen ahorita, no vaya a ser que los agarren estos gueyes. No te preocupes, chinicuil, ya paso todo por ahora, fíjate como señala Don Chelelo hacia varios lugares, seguramente esta diciendo que alguno de los 2 vino y ya no está con el. ¿uno de los 2, como sabes que solo fue uno phillipe?. Porque el oficial de la derecha tiene sangre en la camisa, eso indica que lucharon con uno, o si no , no estarían aquí vigilando. Correcto Dr. Santos, lo que no sabemos es quién escapó y a quién atraparon, espero que ambos estén bien y que encontremos al prófugo antes que ellos. Si, ojala estén bien, además así nos quedan esperanzas de saber algo de Nazo.

….

¿Enrique Basterra? Estas fueron las últimas palabras que oyó Nazo al momento de quedar aturdido por el operativo milimétrico y perfectamente planeado que se desplegaba ante sus ojos. Lo último que pudo ver Enrique fue como 4 policias acorazados en negro y con el rostro tapado escoltaban a Nazo llevándolo por el pasillo contrario a su camino fuera del piso por el elevador de carga. Seguramente era una salida trasera, mientras el era conducido por 4 trajeados –muy mal encarados- por las escaleras de emergencia hacia la entrada principal.

Las puertas de la planta baja se abrieron al frente de sus escoltas quienes por la formación y por la estatura no le dejaban ver más allá de el hombro de cada gorila. Ojala y pudiera reconocer algo, una imagen, un letrero, un logotipo…nada.

Una vez más se abrieron las puertas de salida a la calle justo frente a los escoltas quienes al salir abrieron la formación para dejarlo frente a una gran hummer negra seguramente blindada la cual lo llevaría al encierro obligado en casa de su padre.

No podía dejar de buscar alguna señal, algún detalle que le dijera donde estaban y de paso volvía la cabeza, tal vez en una de esas podría ver a Nazo o… ¿al chueco? !Ese es el chueco¡ Ese que salió en el noticiero con la otra amiga de Nazo…comosellame…los ojos se le iluminaron como si realmente lo conociera, tal vez ese era el error que esperaba el Dr. Santos y del que tanto hablaba Nazo, tal vez todavía había tiempo. Subió a la camioneta donde pudo ver solo una cabina solidamente cerrada, con una pequeña abertura en las ventanas y un celular que estaba en el asiento “olvidado” seguramente por el anterior prisionero.

Sabia que no podía gritar para avisarle, ni llamar su atención sin ponerlo en peligro, pero debía hacerse notar y sobre todo hacerle saber que aún podían ayudar a Nazo.

….

Que buenos eran los gansitos con pepsi, sobre todo mientras corría siguiendo a los soldaditos que llevaban a Maruca en la ambulancia militar. Cuantas veces había caminado esas calles y cuantas veces había visto pasar esas ambulancias dirigiéndose al hospital militar a unas cuadras del solar. Cuando vió la ambulancia sabía que no podía seguirla por la calle por lo que decidió jugársela y acortar el camino por los andadores de la unidad popular.

Afortunadamente llego para ver entrar la ambulancia en el estacionamiento privado, sabía por ahora donde estaba Maruca, pero mas afortunado fué el hecho de ver como de una camioneta negra salía una mano regordeta y blanquesina que dejaba caer un celular más a propósito que por casualidad. Las coincidencias puede que existan.

La camioneta arrancó con paso firme, seguida de 2 autos más tras de si. Esperó unos segundos sin perder de vista el teléfono y los autos que doblaban en la esquina para perderse en un leve rechinido de llantas.

Caminó hacia el movil-inmovil mirando hacia las puertas de la clínica por si había mas tiras esperando. No importa, pensaba, de cualquier forma necesitaba comunicarse.  Se agacho al más puro estilo del chapulín colorado, entre ojos perdidos y silbidos tomo el celular y sin tener a nadie a la vista emprendió la carrera justo en camino contrario del rumbo de la caravana.

Una vez más corría sin pensar en las dolencias físicas, mientras agarraba con fuerza el celular en el que a simple vista en un mensaje de texto sin enviar podía leerse:  llama a santos: 5535037391 Nazo en camino fuera de la clínica. Salida trasera. Quique en camioneta negra a casa Basterra.

En automático se detuvo un segundo, sintió un flujo caliente de sangre hacia el cerebro, tal vez por eso pudo marcar el teléfono de memoria y tal vez por eso pudo reanudar la carrera por el callejón rodeando la clínica para ver desde un escondite improvisado una caravana aún más nutrida, con camionetas negras, camufladas y todas las clases de policias que conocía y una que otra especie nueva.

Mientras observaba escuchaba una voz conocida al otro lado del auricular. Dr. Santos. Estoy viendo a Nazo Doctor, esta vivo y Quique también, se llevaron a Maruca. Tranquilo Chueco, tranquilo, dinos donde estas y todo lo que sepas. Vengan rápido doctor, se lo llevan, se lo llevan. Cálmate chueco, donde estas…Ya se van, los sigo, no me espero, me van a ver...Calma chueco, no los pierdas de vista no cuelgues, solo dinos donde estas...

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