26 julio, 2008

Capitulo XXI

Que ventajosas son las viejas me cae, se aprovechan de que son sensibles y maternales para que en la primera oportunidad se le cuelguen del cuello a cualquier flacucho que se les pone enfrente. Cállate Tawil, no te pongas celoso, que para todos hay, lo que pasa es que estaba preocupada por este muchacho, mira nada mas en el lío que lo fuimos a meter. ¿Lo fuimos? ¿nada más a el? Todos estamos metidos en un súper lío ardilla… Si Jordi, y en su mayoría es por tu culpa pendejito, si no hubieras ido de rajón con el Papá de kikito no estaríamos en esta mini-van subcompacta francesa y nada mas falta que estemos huyendo de un supercargado gringo, color negro, modificado en la buenos-aires y conducido por un guarro-analfabeta-tepiteño.

Estábamos preocupados por ti Nazo, me cae. Si Quique, yo también estaba preocupado por mi… por ustedes también, pero si sentí que me llevaba la pelona en uniforme azul; lo cierto es que esta gente ha estado buscándonos desde hace días –mirada acusatoria a Jordi- porque el chueco me dijo que el chinicuil y don Chelelo están del otro lado con los que me quieren agarrar. ¿Con Basterra o con El secretario Nazo?. ¿A poco hay mas de uno doc-ese? ¡Uta! O sea que la cosa esta peor de lo que pintaba. Y si te dijéramos que estamos en esta carroza blanca porque tu querida ardillita también te acusó con unos franceses “altruistas bonachones"…que también quieren chuparte la sangre. ¡Pinche Jordi! Tenías que salir con tus mamadas…

La camioneta aceleró súbitamente y dió la vuelta con rechinidos neumáticos obligándolos a detenerse de cualquier lugar disponible. ¡Tawil, no te hagas pendejo,! ¡Quita la mano de ahí, ese no es asiento!. Caballeros, señorita, me informan los choferes que están siendo perseguidos todos por separado ya que por protección dividimos el convoy para despistar lo más posible, les pido que confíen en la pericia de nuestro chofer y que busquen los cinturones de seguridad, en unos momentos más les daremos mas indicaciones. Nazo y Quique se precipitaron hacia las ventanas traseras, el gran auto negro con tumba burros conducido por un gran chimpancé anteojudo los seguía a alta velocidad aún más de cerca, mientras la velocidad los obligaba a recargarse y si, como menciono Phillipe por los altavoces, a buscar los cinturones de seguridad no si antes dirigir una mirada acusatoria a Tawilan. ¿Que? no tengo la culpa que todos los coches de "tira" sean asi.

El motor rugía furioso, no se escuchaba sirena alguna y el sonido del agua saltando al pasar llenaba con más preocupaciones el rostro de los ocupantes. El tiempo pasaba y la persecución se hacia eterna, sólo se escuchaban gritos esporádicos y las manos no encontraban de donde asirse para mantener el lugar; se escuchaba el inmenso motor del súper-cargado exactamente atrás de las puertas traseras, como si fuera encadenado a la defensa y no pudiera separarse de la Camioneta.

Señores, vamos al encuentro de otra de nuestras unidades, talvez será una maniobra “agitada” pero confiamos en que salga como debe ser, si es el caso les pedimos que en cuanto se detenga su unidad bajen inmediatamente 4 de ustedes, 2 de ellos subirán a la otra camioneta y Nazo con un acompañante se dirija a pié hacia la esquina oeste en donde entrarán a un edificio de cristal, bajaran al sótano 3 del estacionamiento, ahí encontrarán una camioneta azul oscuro con vidrios polarizados, entren en la parte de atrás y dejen que los guiemos.

Yo voy con Nazo… Jordi, no mames, obviamente tiene que ir Quique, El Dr. S no puede correr a su paso y el más confiable es Quique, así que no nos hagamos. así es, doctores, a la señal nos quedaremos La Dra. Marlene y yo aquí, Dr. Tawilan y Dr. Jordi, vayan a la otra camioneta como se indicó y esperemos que todo salga bien, ya después nos ocuparemos de los franceses, por ahora nuestros colegas paisanos son más peligrosos.

Una segunda camioneta apareció exactamente detrás de ellos obligando al cocheguarro a girar chocando contra la banqueta. Inmediatamente en la esquina la camioneta blanca se dirigió hacia la derecha y sintieron el aumento de velocidad tratando de ganar el mayor tiempo y la mayor ventaja posibles. Después de varios giros se detuvieron súbitamente; casi de inmediato varios personajes blancos abrieron las puertas y ayudaron a bajar casi empujando a los designados. Nazo y Quique bajaron por delante mientras levantaban la vista hacia donde les apuntaba un enésimo blanquecino, un edificio postmoderno cristalino que concordaba con las indicaciones de phillipe por el altavoz. Jordi se hallaba nervioso, sudaba copiosamente y solo estiro la mano por impulso cuando vio a Nazo salir por la puerta, acto seguido, después de sentir el empujón de Tawil y el jalón de blanquecino valet dejó de ver a Nazo que se alejaba con velocidad para ocuparse de su propia movilización. Tawilan apresuraba a Jordi empujándolo de la espalda a la altura de la cintura hacia la otra camioneta mientras éste con paso resistente se dirigía hacia ella incluso sosteniendo la presión de Tawil sobre su espalda. Una valla de personajes blancos manoteaba al pasar a los dos personajes apresurando el paso. Empuja Tawilan, ¡empuja!, ¿Dr. S porque no se apuran?. No lo hagas Jordi.

Un soldadito blanco rodó por el piso mientras Jordi se habría paso entre la valla humana con paso desaforado hacia el final de la calle. Los restantes sólo permanecieron de pie mientras al unísono sacaban del costado armas apuntando hacia Jordi. Marlene y El Dr. Santos miraban a Jordi alejarse con el peso de las miradas apuntando sobre la espalda, así permanecieron hasta que se oyó un solo disparo, Jordi cayo por el suelo mientras Tawilan se detuvo frente a la puerta de la camioneta, Nazo y Quique siguieron su marcha volteando hacia la fuente del ruido y Marlene cerró los ojos frente a la mirada atónita del Dr. S.

Jordi se incorporo a resbalones con una mano en la cabeza y la otra tratando de mantener el equilibrio, se impulso al final con las dos manos y en zancadas cada vez más desesperadas dobló la esquina perdiéndose de vista. Tawilan volteo hacia el Dr. S quien suspirando le hizo la señal de que subiera a la camioneta al mismo tiempo que un soldadito lo empujaba amablemente y cerraba la puerta tras de el. Nazo y Quique con el cuello estirado entraban por la puerta (también de cristal) asistidos por otro blanquito y Marlene abría los ojos mientras aun sin respirar preguntaba si Jordi estaba bien. Si Dra. esta bien, solo fue advertencia, pero creo que tendremos que cambiar de nuevo los planes... Así es Dr. Santos, pero no se preocupe, déjelo en nuestras manos; pónganse cómodos y confíen en nosotros, primero esta la seguridad.

…..

¡Como que tampoco iban en esa! Ya van 3 camionetas que seguimos a lo puritito pendejo, necesito reportes de los demás vehículos que no sean señuelos, con razón los departamentos de policía en este pinche país de mierda no tienen en su nombre la palabra “inteligencia”, por eso nadie confía en las instituciones carajo, porque llega cualquier pendejero extranjero a vernos la cara de imbéciles… Dr. Basterra, se reporta una unidad desde las calles de buenavista… ¿No me digas? Tampoco detuvieron al niño… así es Dr. pero… ¿Pero que? Dilo rápido. Sufrieron un contratiempo con una camioneta que les cerro el paso pero continúan en la búsqueda de la que originalmente seguían. ¿Obvio la que se les cerró iba vacía? Por que si la revisaron ¿verdad?. Así es Dr. iba vacía. ¡Licenciado¡ ¡secretario¡ ¡comandante¡ coordinen con este muchacho la dirección en donde perdieron de vista a la camioneta que seguían estos pendejos y rodeen la zona inmediatamente, no podemos dejar que salgan de un perímetro mayor a 2 cuadras a la redonda, y tu muchacho sube a mi auto y dile al chofer cuales son las coordenadas, ¡todos tienen 3 minutos para estar ahí en posición¡ ¿y que posiciones quiere que tomemos Dr.? Licenciado, ¿usted siempre es tan pendejo? ¿Acaso tengo cara de policía o estratega? Pregúntenle al pinche comandante, yo soy Dr. y lo único que quiero es a ese Nazo en mi auto en 5 minutos.

…...

Phillipe ¿esta ahí?. Si Dr. Santos dígame que se le ofrece. De acuerdo con su plan ¿que es lo que va a pasar con Nazo y adonde lo llevan? Al mismo lugar que a ustedes solamente es una acción para confundir a todos, de acuerdo a las actuales circunstancias; no se preocupe Dr. todo esta bajo control. Debería de dejar de repetir una y otra vez eso y concentrarse en los cabos sueltos, tenemos un auto al que sólo le llevamos 3 minutos de ventaja y un desertor que no dudara en dar todos los pasos a seguir del plan que usted trazo. Esos son solo inconvenientes Dr. ya estamos ocupándonos de eso en este preciso momento y no dude en que tenemos un plan secundario para cada contratiempo, pónganse cómodos y disfruten el viaje, lo agitado para ustedes ya paso. Esta bien Phillipe, ocúpese de Nazo y deje de perder tiempo. Así se hará Dra. así se hará.

…..

Sentía los estragos de una vida sedentaria en las piernas y en el pecho, no podía dejar que lo alcanzara ese atleta disfrazado de doctor, ¿como podía mantener el paso tan firme aun después de 3 cuadras? cuando Jordi sentía que en cualquier momento iba a caer mas por cansancio que por lo resbaloso de la calle.

Llego a la esquina y sintió un duro golpe en la pierna derecha acompañado de la sorpresa de verse volando por el aire para caer, después de dar un giro completo, sobre la espalda con un sonido sordo de metal en el cofre del auto. Giro la cabeza hacia la derecha sin dejar de jadear por el esfuerzo y reconoció abriendo la puerta trasera a Basterra que lo miraba con cierta satisfacción. Tomo aire y volteo atrás, hacia su perseguidor parado ahora, a escasos 5 metros del auto con las manos en los costados como vaquero del viejo oeste. Escucho en eso que Basterra lo llamaba, giro la cabeza una vez mas hacia el Dr. quien después de hacer un además con la mano entraba al auto. De las puertas delanteras salieron los dos gorilas de siempre, viejos conocidos ya, apuntando sus armas hacia el atleta invernal que atónito giro sin perder de vista a los guarros-macuarros aún apuntando sus armas. Al verlo alejarse Jordi exhalo con alivio y se incorporaba azuzado por Basterra para que se apresurara a subir al auto. Entró al auto, el macuarro chofer una vez en el auto acelero a fondo y justo cuando basterra preguntaba donde estaba Nazo se escucho un disparo desde la puerta del copiloto, Jordi salto por la sorpresa mientras el auto se detenía a media calle, bajaron los guaruras, recogieron el fiambre blanquecino manchado de sangre lo lanzaron ruidosamente a la cajuela y volvieron al auto. Jordi sentía un zumbido en la cabeza, talvez por el ruido o talvez por la escena, ¿hasta donde podrían llegar estos personajes?...Conteste, ¿dónde esta Nazo? ¿Quien lo tiene? … No lo se Dr. solo se que lo llevaran en una camioneta azul a quien sabe donde. ¿Y donde esta esa camioneta azul?. La iban a recoger en un edificio de cristal, esas eran las indicaciones. ¿sabe cual edificio?... Jordi volteo aturdido a ver al co-piloto, con lágrimas en los ojos y ese zumbido que no cesaba; éste lo miraba por el espejo de la visera del coche, esperando… Si Dr. yo le diré cual edificio, siga derecho y tenga cuidado, hay un ejercito de tipos vestidos de blanco y están armados. Ramírez (macuarro-chofer), comuníquele al comandante la posición y que cierren el perímetro de inmediato.

…..

Pinche Jordi, hasta lo estimaba, nunca creí que fuera tan ojete de entregar así a Nazo aún después de lo que habían visto. Solo en la camioneta trataba de entender porque su colega había reaccionado así, pensaba en Nazo, y en los otros doctores, en la ardilla que a pesar de estar tan pinche era buena bestiecita y a ratos hasta buena se veía, ¿por qué tanta feria por un solo personajito? Y tan insignificante el güey, ojala y estuviera bien.

La camioneta se detuvo. Tawilan se precipitó a la ventanilla para ver como un grupo de 4 trajeados negros se apeaban del auto negro ya conocido, con las armas apuntando hacia los ocupantes de la camioneta. Bajo la cabeza y cubriéndose el cuerpo solo dejo los ojos por encima de la ventanilla para mirar de cerca toda la escena. Los de atuendo invernal bajaron con las manos en la nuca mientras los macuarros, en español-mexicano fluido proferían maldiciones que no se entendían por los gritos y por el desorden que causaban, además los blanquitos eran franceses…

En el auto recargado en la puerta se podía ver un jovencito de la edad de Nazo, malcomido y sonriente, hasta divertido por la escena mientras uno de los tiras apuntaba a la cabeza de uno de los francesillos incomprendidos quien a cada mentada de madre solo agitaba la cabeza y negaba con las manos, era obvio que no entendía el ni madres del caló policiaco. Acto seguido tras un cachazo en la cabeza al francés ahora tendido, el macuarron cambio su blanco hacia el otro francés quien al ver el movimiento extendió la mano, saco su arma y apunto al tira para recibir sin poder reaccionar una bala en el estómago.

Tawilan sintió el dolor en carne propia y su respiración se agitó de inmediato, la cabeza le estallaba y sentía que los ojos se hinchaban sin dejarle cerrar los parpados, se agazapo bajo los asientos y hecho bolita permaneció sin moverse hasta que escucho un segundo disparo, un tercero, un cuarto con el inevitable brinco en cada disparo. Escucho la radio de los tiras, informando de la situación con la respectiva carga de gritos indescifrables del superior en cuestión, la puerta la abrió el tira matón con el chamaco metiche como rémora asomándose hacia la camioneta, aún con cara de emoción. Aquí solo hay uno jefe. No es importante Chávez, no dejes evidencia. Pero no van a caber los tres en la cajuela jefe. ¡Ya te dije que lo resuelvas pendejo!, el Secretario no debe dar ninguna explicación de lo ocurrido. Ta bien. Ni modo güero…

…..

Quique iba tras de Nazo tratando de mantenerle el paso, de verdad corría como ratero, lo bueno es que ya estaba enfrente el elevador… Nazo aquí esta el elevador. ¿Y si nos cortan la luz? no mi doc por las escaleras y rapidito porque se nos va el tren. El sudor comenzaba a aparecer en la camisa de Quique mientras repetía en voz alta en cada paso: Sótano 3, sótano 3, sótano 3… No se queje doc de gracias que es de bajada, imagínese si nos hubieran dicho que fuéramos a la azotea…

Nazo abrió la última puerta con un gran rotulo del número 3, quique siguió sin detenerse hacia el estacionamiento vacío, solo con una camioneta exactamente con la descripción que había dado Phillipe los esperaba con las puertas traseras abiertas en el centro del lugar. Corrieron hacia el interior para ver a otro personajito blanco cerrar las puertas tras de ellos. El vehículo arranco de inmediato. Caballeros, me informan que llegaron sin contratiempos al vehículo de contacto, me alegra saberlo, por ahora les comento que por ciertos contratiempos exteriores y ajenos a nosotros aplicaremos el plan secundario lo cual implica que el paseo será más agitado de lo esperado. Por favor abróchense los cinturones y en caso de perder contacto o separarse del convoy el punto de reunión es en el paradero ubicado en insurgentes y eje 2 nte en la esquina poniente. Suerte caballeros.

...inche Quique, ¿no te sientes como el pinche Tom Cruise en misión imposible trii? No Nazo, cállate y amárrate ese cinturón. Chale, pos que aguado.

La camioneta llego a la puerta del estacionamiento a paso medio, sin sobresaltos, avanzo hacia la derecha sobre la calle unos cuantos metros cuando justo en la esquina dos camionetas blancas, una de cada lado escoltaron a mayor velocidad a la de Nazo y Quique. Los motores se escuchaban con mayor fuerza y la velocidad aumentaba, cada vuelta o frenon era exacto, como si estuvieran sincronizados los tres vehículos, aun sin contratiempos. Frenaron súbitamente, las escoltas ya no estaban a los lados, al unísono se ubicaron en la punta y una vez ahí se detuvieron. Otras dos camionetas llegaron de atrás y colocadas a los lados de la azulota frenaron ruidosamente. Las llantas rechinaron y se precipitaron en reversa entre las dos camionetas recién llegadas.

Nazo perdió el entusiasmo inicial y la cara ya comenzaba a proyectar un poco de temor mientras Quique sudaba más tratando de contener la nausea por la agitación y el miedo. Ya tenían conciencia de la magnitud de los hechos y de los alcances de este suceso, ya podían dimensionar la importancia de Nazo, no en toda la humanidad, sólo en unos cuantos y lo que estos estaban dispuestos a hacer por conseguirlo.

La camioneta seguía su marcha hacia atrás mientras se alejaban a la vista las escoltas que ahora formaban una valla deteniendo el paso de patrullas y peatones. Freno. Vuelta a la derecha. Sirena. Escuchaban la sirena improvisada de la camioneta azul que se dirigía con campo abierto hacia… quien sabe donde. Parece que vamos por buen camino caballeros, temíamos que al saber la salida del edificio cercaran estos accesos únicamente, digamos que si sirve la planeación en el escritorio. Esperemos que en adelante no tengamos que hacer otro cambio de vehiculo, el informe es alentador y parece que sin contratiempos. ¿A dónde nos llevan? . No se preocupe Dr. Enrique, confíe y permítanos guiarlo, todo estará bien. ¿y el Dr. S y Marlene y Tawil y Jordi?. Silencio… No se preocupen, les daremos informes en cuanto lleguen a destino.

Oyeron un ruido sordo acompañado de rechinidos y un salto repentino. La sorpresa de no saber donde estaba el piso era más desconcertante que el ruido y el dolor del cinturón clavado el la panza. Quique solo alcanzó a poner su brazo sobre Nazo por unos instantes, como si fuera un niño y tratara de protegerlo. La camioneta dió dos vueltas inmediatamente después de ser impactada por el auto blindado, ambos saltaron en pedazos y volcaron sobre la avenida como cajas de cartón.

Nazo recuperó la conciencia de inmediato sin dejar de sentir mareo por las vueltas y la pérdida del suelo, estiró el brazo tratando de alcanzar a Quique que se encontraba colgado del cinturón jadeando y escurriendo sangre de la parte de atrás de la cabeza, casi no lo reconocía sin lentes.

El bullicio en el exterior era grande, se escuchaban sirenas lejanas, pasos apresurados, jalones en las puertas, ordenes graves de un hombre a espaldas de Nazo, gritos en francés, mentadas de madre en español y 4 detonaciones muy cercanas. Las puertas se abrieron dejando ver a los gorilas del Secretario ya conocidos, a dos guarros mas a los lados y a 2 personajes malencarados en el centro de la escena. ¿Cuál es Nazo Jefe?. El que te esta viendo Chávez, bájenlo con cuidado y que lo revisen minuciosamente nada mas falta que también sea inmortal el infeliz. ¿y el otro?. ¿Es tu hijo Basterra?. Si Secretario el filántropo de la familia, en todas hay una me imagino, también bájenlo y atiéndanlo, tiene información que no viene en los reportes, de algo debe de servir.

Nazo bajó por su propio pie asistido por 4 paramédicos, siguió con la vista a los 2 que se ocupaban de quique, aun inconciente y a los 2 hombres trajeados que daban ordenes en todas direcciones. ¿y que hacemos con el que trae en su coche jefe?. Pónganlo en la camioneta con los demás, y no se olviden limpiarla antes de meterla al corralón Chávez, no vuelvas a hacer esas pendejadas.

El tira sacó a Jordi de la parte trasera del auto entre gritos ininteligibles, Nazo siguió el trayecto con los oidos, sin voltear y con la cabeza gacha, escucho más gritos desaforados, puertas metálicas cerrándose y una detonación mas, luego silencio. Estaba demasiado aturdido o desesperanzado para voltear a ver lo que era inminente.

Subió a la ambulancia para encontrar a Quique a su lado. ¿Cómo esta él?. No se preocupe, se pondrá bien, solo tiene contusiones y esta inconciente, descanse, usted también tiene muchas magulladuras, estuvo fuerte el choque, pero ya paso, descanse…

Silencio.

1 comentario:

akire dijo...

¡Feliz cumpleaños, Nazo! Los años que sean.

Sabes que te sigo. Un abrazo fuerte, fuerte.

¿Estarás bien?

Y sí... las viejas somos unas ventajosas.