30 noviembre, 2007

A ver a que hora...


Es indescriptible esa sensación de temblor en los dedos y el vacío que siente el pecho por la necesidad de desenrrollar todo eso que se trae adentro. Dentro de mis quehaceres cotidianos esta el dibujo y la pintura, pero tal vez como son parte de mi chamba pos necesito desbocar mis energias (las que quedan después del trabajo) en una actividad alternativa o diferente.

Ahora sólo me queda esperar a que el reloj avance mas lento o más bien apurarme y darme un tiempito para seguir con esto que gracias a mis musas (hijas, poetizas y jefas de información) se ha convertido en más que una catarsis una obligación personal y de proyección.

Espera Nazo, no desesperes que las historias no son historias si no tienen continuaciones.

2 comentarios:

Liliana dijo...

tic-tac-tic-tac-tic-tac

Escribidora por afición dijo...

Pero sí tiene pila tu reloj, verdad??

Jajajaja, ignora la presión, acá seguiré esperando al Nazo.

Un abrazo