2008...

La reacción obvia de alguien no asiduo a las navidades, fiestas y demás celebraciones sería el simplemente pasarla por alto y dejar que se esfumase sin más en el inevitable abismo del olvido haciendo caso omiso a las exacerbadas muestras de gozo y entusiasmo al simple acto de poner una esfera en el fiambre vegetal que ocupa la sala. Es inevitable sentirse contagiado por el entusiasmo, las vacaciones, por la alegria, por las sonrisas y por sobre todas 2 cosas incomprensibles: la ilusión y la Fé.

Es interminable el debatir cuando se habla de religión, de magia, de sectas, de grupos, doctrinas, ciencia, tecnología, creencias, pero todas, absolutamente todas existen por la premisa de una ilusión y el combustible de la Fé. Mi experienca propia suena tan mundana, confiando en la experiencia, en el saber, en la conciencia, perdiendo esa ilusión que alegra y esa Fé que alimenta las ganas de buscar y lograr.

Es oportuno desearles un año nuevo lleno de ilusiones, ya que estas se convierten en sueños que, accionados por la Fé, pueden resultar en sucesos reales que nos llevan a querer siempre mas ilusiones, mas sueños, más deseos que llenarán nuestras vidas de cosas importantes por realizar cada día del año.

Por mi parte agradezco a los que siguen leyendo de vez en vez, seguir en contacto con poca gente pero importante, que mi abuela haya llegado al final de este año (cumplio 86), haberme desecho de varios estigmas, que las cosas pinten bien hasta el dia de hoy para el año venidero, la salud de mi gente cercana y que Nazo aún no haya muerto. Espero que el Capítulo XXIII llegue a mas tardar el día de mañana si no pues ya sera para el año que viene, no cumpli mi promesa de terminarlo este año, pero siempre existe la ilusión de acabarlo y espero generar en ustedes la ilusión de leerlo...si, hasta el final.

Feliz año para todos. De corazón...

Paz.