26 septiembre, 2007

Go with a smile...







Recogí a Regina muy temprano como todos los días, comentamos un par de cosas y me queje de mi dolor de garganta, todo común, todo normal.

Auto parado con conductor modorro por la hora (6:30 am), rebaso por la derecha logrando ver una sombra lejana, obvio sin lentes no veía bien, solo un bulto, regrese a mi carril. Al avanzar vimos una figura raída, un hombre como de 1000 años, con un saco de la misma edad, pelo escaso y sucio, arrugas, ojos hundidos, una sonrisa expuesta con una dentadura casi extinta, empujando un carrito del super, de esos de plastico muy modernos, con una bandera nacional en el frente y un rehilete haciendo lo suyo con el viento matinal. Ah! y para colmo en contrasentido sobre río mayo.

-Pobresito, lo van a atropellar- entre risas y consternación fueron las primeras palabras de Regina, siempre preocupada por las almas perdidas y abandonadas. Acto seguido me comentó con una gran sonrisa -que onda con el señor, estaba muy chistoso- yo creo que la sonrisa era tan grande y franca que se contagiaba.

Mi reacción inmediata fue de diversión, pensé que era uno de esos indigentes loquitos, fugados de cualquier realidad, sin nada que perder, sin nada que demostrar, con la cara despreocupada, con la vida en las manos hecha plástico y llena de latas.

A este momento no se si compadecerlo o admirarlo, lo cierto es que la sonrisa se quedo en mi cabeza y me cambio el día.

2 comentarios:

Jazz_Cacheux dijo...

¿Quién empuja el carrito? ¿Quién realmente tiene la sonrisa entera aunque tenga todos los dientes? Quizá y no por otra cosa la tuya no se te soltó, alguien que ya dio todo, o lo perdió, es más libre que nosotrso y nos permite sonreir, chinga! Mua, te quiero.

Moxo dijo...

Ese es el punto, cuando, en que momento eres tan libre para sonreir... no pidamos tanto; ¿cuales son los momentos cuando realmente nos dejamos llevar, nos abandonamos y reimos plenamente?, desde adentro, con el alma. Contados serán pero los que los hemos tenido no podremos olvidarlos y los extrañamos.

Te quiero.